martes, 29 de mayo de 2012

EL VALOR DE ESCUCHAR

El otro día hablando y comentando con unos amigos sobre la forma de ser de cada uno, salió el nombre de un conocido en común. Este chico esta en una situación complicada, por múltiples problemas que no vienen al caso, y además en la temible fase adolescente en la que todos hemos pasado: Quién soy yo? Hacia donde voy? Nadie me hace caso! Tengo muchos problemas y el resto viven muy bien. (aunque hay gente que vive permanentemente en esta fase)
El caso es que es el ejemplo máximo de una persona que desea ser escuchada SIEMPRE. Da igual si estas tú disponible o no. Da igual si estás paseando o estas al teléfono.Su estado normal es HABLANDO.Ni triste ni enfadado ni alegre. HABLANDO ALWAYS!

Para una persona como yo es muy fácil que ese tipo de personas se sienta agusto conmigo. Soy el "perfecto hombro consolador" (No se entienda mal) la perfecta "oreja plancha", vamos, una persona más bien callada.
Nunca me ha gustado hablar en excesivo, creo que puedo aprender más escuchando a la gente y no al revés.
Al pecar un poco de esta humildad, siempre he sido blanco fácil de este tipo de individuos.

Siempre he querido comprender que intentan demostrar hablando todo el rato. Ya bien sea de sus problemas, de sus angustias, de lo estupendos que son, de lo ingeniosos que pueden ser...¿?
Siempre aplacandote y minando tu presencia.
Solo eres un monigote que escucha, le entiende y asiente. No intentes hablar, no lo hagas. Salvo que sea para confirmar y corroborar que todo lo que dice es verdad. No hay más.

Es triste estar en mi situación, pero quiero sacarle el lado bueno a todo esto:
Primero: Yo gano más escuchando porque conozco más a esa persona y puedo saber dónde falla y sus puntos flacos (Sí, suena estrategia militar, pero es así) Y al ver dónde falla puedo autoanalizarme también a mi. Es decir me conozca más a mi misma y me veo reflejada en este individuo.
Segundo: Yo la conozco más a ella, pero esta persona no me conoce más a mí. Así que no tiene por dónde pillarme ni dañarme. Puedo estar tranquila.
Tercero: Puedes aprovecharte de la situación, porque como llegues a tener una relación muy profunda con esa persona (ella contigo, no tú con ella) puedes disponer de un aliado en tus batallas y alguien con quién contar para otras áreas. Más tarde o más temprano esa persona puede contar contigo para algo. Y beneficiarte.


Personas con ego o sin ego; habláis demasiado y eso os puede hacer vulnerables a mis ojos.
Tened cuidado con lo que decís, y cómo dice el dicho:

"Tenemos dos orejas y una sola boca, justamente para escuchar más y hablar menos." 

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