Pensaba en él a todas horas.
Creía conocerle, conocer su corazón y que no hacia nada para lastimarme.
Todo me lo imaginaba yo, y era la paranoica.
Pero no me di cuenta que ese sentimiento de confianza y seguridad en mi misma sería destruido por una serie de estupideces de manera tan rápida.
Para después hacerme sentir como una loca y hacerme creer que era mi culpa.
Estaba dolida.